La Iglesia de San Nicolás de Bari y San Pedro Mártir de Verona, conocida simplemente como San Nicolás, fue erigida como parroquia hacia 1242, siendo ya desde los orígenes de la ciudad un templo hispano-romano que posteriormente pasó a ser mezquita con la conquista musulmana y que se transformó en Iglesia cristiana en el Siglo XIII tras la reconquista de Jaume I en 1238. Es por ello que junto con otras parroquias de Valencia, la Iglesia de San Nicolás es una de las 12 parroquias de reconquista de la ciudad de Valencia después de la Restauración de la Diócesis llevada a término por el rey cristiano.
Se suman en ella dos estilos fundamentales: el gótico de mediados del siglo XV, con la construcción impulsada por Alfonso de Borja (futuro Papa Calixto III) y el barroco, estilo predominante en la decoración interior protagonista de la decoración que reviste la iglesia. Este último estilo obedece a la renovación que dirigió el arquitecto Juan Bautista Pérez Castiel y cuya bóveda pintó Dionís Vidal y diseñó Antonio Palomino, su maestro. Frescos que destacan también por su carácter narrativo: la nave está dividida conceptualmente en dos, una mitad cuenta la vida y milagros de San Nicolás, del que se cuenta que sacó de la miseria a un padre y de la prostitución a sus tres hijas, entregándole dádivas anónimamente, lo que dio origen al mito de Santa Claus; y la otra, la historia de San Pedro Mártir. Son los dos santos a quienes está dedicada la iglesia.
Esta parroquia valenciana, además de ser de las más antiguas de la ciudad, es una de las pocas que conserva tradiciones populares y de devoción asociadas a ella, como es el caso de las famosas “Caminatas de San Nicolás” o la Devoción a San Judas Tadeo, patrón de las causas imposibles y cuya capilla en la Iglesia recibe cientos de visitantes pues siguiendo una tradición ancestral, los feligreses acuden aquí todos los lunes para pedir algo de fortuna al santo protector de los niños y de las necesidades económicas de la familia.
La reciente restauración de sus frescos ha sacado a la luz el esplendor del barroco, de tal modo que es imposible sustraerse al potente impacto visual que causa el conjunto de los frescos, una vez restaurados.
De la austeridad gótica a la epifanía ornamental del barroco, esa celebración del adorno, de la pintura abigarrada, de los angelotes y rocallas de contornos florales han vuelto a salir a la luz en todo su esplendor gracias a una profunda rehabilitación con las técnicas más vanguardistas. Su coste ha ascendido a 4,7 millones de euros (2 para la estructura y 2,7 para las pinturas) y ha supuesto un hito técnico y económico que ha sido sufragado íntegramente por la fundación privada de Hortensia Herrero, vicepresidenta de Mercadona y esposa de Juan Roig, presidente de la firma de supermercados.
Obras de restauración que se han prolongado casi cuatro años, con más de 41.000 horas de trabajo de un centenar de profesionales; 6.000 hojas de papel japonés para la fijación de las pinturas, 10.000 litros de agua destilada; 500 pinceles o 100 kilos de algodón son solo algunas de las cifras que revelan la magnitud de los trabajos de recomposición, a cargo del Instituto de Restauración de la Universidad Politécnica de Valencia.
Como consecuencia, ahora se conoce popularmente esta iglesia como la “Capilla Sixtina valenciana”. No se trata de comparar la obra capital de Dionís Vidal con la del inmortal Miguel Ángel; es más bien una forma de poner en valor el templo y de aludir al efecto embriagador de sus colores recuperados, además de hacer hincapié en el mérito de pintar 1.904 metros cuadrados de superficie muy irregular, frente a los 800 metros cuadrados del cielo de la capilla más famosa de la Basílica del Vaticano. De hecho, el restaurador de la magna obra de Miguel Ángel, Gianluigi Colalucci, que ha colaborado en el proyecto valenciano, ha alabado la belleza e importancia de este conjunto pictórico.
Para visitar la Iglesia de San Nicolás de Bari y San Pedro, el viajero deberá poner rumbo a Valencia, adentrarse por su casco antiguo y llegar hasta la calle Caballeros, 35. Una vez traspasado su umbral, podrá descubrir una maravilla
pictórica reflejada en los frescos que adornan las paredes, nervios, columnas y la bóveda del templo. El esplendor del barroco con mayúsculas.
No dejes pasar la oportunidad de enamorarte de esta joya barroca y de las pinturas que la envuelven y acércate a visitarla, recordando siempre que aunque sea una importante atracción turística, estás en una iglesia y debes respetar las normas y el horario de culto.
Calle Caballeros 35
46001 Valencia
Tel. 96 391 3317
www.sannicolasvalencia.com
FUENTES: http://www.sannicolasvalencia.com/detalle-blog.php?id=450
http://www.jdiezarnal.com/valenciaiglesiadesannicolasdebariysanpedro.html