Los Jardines de Monforte

El Jardín de Monforte o Jardín de Romero tiene una superficie de 12.597 m2 y está en una zona céntrica de Valencia. Es una de las obras más significativas de la jardinería del siglo XIX. Hermosas estatuas, fuentes ornamentales y trabajadas figuras de plantas, setos y zonas de flor, así como árboles y arbustos antiguos, hacen de este jardín uno de los más bellos de la ciudad de la ciudad.

Su origen se remonta a uno de los huertos existentes en la zona de extramuros de Valencia, concretamente al huerto de Don José Vich, Barón de Llaurí. Fue vendido en 1849 a Don Juan Bautista Romero Almenar, Marqués de San Juan, que pagó por él 80.000 reales, y le encargó a Sebastián Monleón la transformación de este huerto en jardín de estilo neoclásico, ideal para el paseo y el reposo, pues según cuenta la historia, el matrimonio tenía un único hijo, Juan Bautista Romero Conchés, que murió el 19 de agosto de 1845 a los 20 años en un duelo por amor. La esposa del marqués no pudo recuperarse del golpe y entró en una profunda depresión, por lo que el marqués compró este huerto y decidió convertirlo en jardín, con la sana intención de que su esposa pudiera mejorar de su depresión en un ambiente de tranquilidad y esparcimiento.

Juan Bautista Romero invirtió sumas considerables en la transformación y ornato de este huerto, que competía en hermosura con el cercano Hort de les freses y el de Ripalda, ambos hoy desaparecidos, y que tan grata hacían la llamada Volta del Rossinyol, muy visitada por la burguesia valenciana. El marqués de san Juan construiría el pabellón de descanso y lo utilizaría como casa de recreo y esparcimiento, recibiendo provisionalmente el nombre de Hort de Romero.

En 1872 quedó en herencia para una de sus sobrinas, Doña Josefa Sancho Cortés. El matrimonio de ésta con Don Joaquín Monforte Parrés, provocó que desde ese momento se le denominase como Jardín de Monforte, hasta hoy.

En él encontramos bellas estatuas y jarrones, relajantes fuentes ornamentales, enormes árboles monumentales, arbustos de gran belleza, setos recortados y zonas de flor que hacen de este jardín uno de los más bellos de la ciudad de Valencia. Como curiosidad podremos ver los dos leones, esculturas que realizó José Bellver Collazos con piedra blanca de Colmenar (Madrid) para la escalinata del Congreso de los Diputados, pero que fueron considerados demasiados pequeños y no llegaron a ubicarse allí, sino que el Marqués los compró en 1867 y aquí quedaron ubicados desde entonces.

Entra otras figuras del jardín podemos apreciar ocho bustos sobre pequeños pedestales que representan a distintos filósofos, escritores y poetas, o también cuatro figuras femeninas alrededor de una fuente, que representan a los cuatro continentes: América con el caiman, Asia con un camello, Europa con un caballo y África con el león.

Los jardines están protegidos por un alto muro perimetral, creando un reposado ambiente en su interior que nos evoca a otros tiempos más tranquilos, invitándonos a prolongar la estancia. La enumeración de las distintas clases de árboles, arbustos y flores seria extensísima pues es enorme su riqueza botánica, pero conste que estos jardines son unos de los mas bonitos y placenteros que tiene la ciudad de Valencia, si no el que más, ideal para pasear, relajarse, leer y tomar fotos, y que además la entrada es gratuita.

A los campistas, amantes de la naturaleza, la botánica y el aire libre, recomendamos encarecidamente la visita 😉